Hiperconectividad global en nuestras vidas

El término Hiperconectividad fue creado en 2001 y guarda estrecha relación con el Electromagnetismo

Medios de comunicación tales como, teléfonos, el internet, redes sociales, correo electrónico, etc., se pueden englobar en la hiperconectividad. Actualmente, nos abarca de manera casi total dondequiera que estemos, y con los crecientes fenómenos del 5G y el IoT (Internet de  las cosas) seguirá creciendo para crear más entornos inteligentes. Sin duda, la hiperconectividad es fascinante; pero ¿sabes cómo puede influir en nuestras vidas y las consecuencias que podría traer con el electromagnetismo?

¿Qué es Hiperconectividad?

Este término es usado hoy en día para definir la conectividad existente entre los distintos entornos digitales. Del mismo modo, se refiere a la interacción que hay entre los sistemas de información, datos y dispositivos que se relacionan entre sí mediante la red de internet.

¿Cómo funciona la hiperconectividad? Pues, diariamente vemos en nuestra vida ejemplos de ello en más entornos comunes: más dispositivos inteligentes interconectados en nuestros hogares, mega redes en espacios públicos, teléfonos celulares con una velocidad de navegación que no nos imaginábamos. Esto es importante, es hacia donde nuestra perspectiva de futuro va en términos de tecnología y conectividad, y será cada vez más sólido y visible en todos los entornos que conocemos.

Al ir avanzando las tecnologías, se han estado desarrollando nuevas y diferentes formas de comunicarnos y conectar los elementos cotidianos de nuestra vida, y esto no va a detenerse pronto. 

¿Cómo es la situación actual con respecto a la Hiperconectividad en el mundo?

El mundo está expectante con el despliegue de la quinta generación de las telecomunicaciones (5G), que implica velocidades más altas y mayor capacidad. Esto es un avance enorme para la hiperconectividad, que no solo se limitará a los espacios con WiFi. Estamos hablando de cambios abismales en servicios de streaming, de espacios más inteligentes, más dispositivos interconectados, de comunicaciones más evolucionadas y estables. Sin embargo, el poderoso 5G que el mundo espera no es el que disfrutamos hoy, y podríamos tener que esperar un poco más para conocerlo.

Pero esto no implica que la hiperconectividad detenga su paso. Fue justamente a principios del año 2020 que, debido al confinamiento que trajo consigo la pandemia, conocimos mejor y disfrutamos de las bondades de la hiperconectividad.  Al estar en casa y mantener el distanciamiento social, nos vimos obligados a usar los medios digitales como solución a la mayoría de los aspectos de nuestra vida. Descubrimos el mundo de beneficios, aplicaciones y funcionalidades que podíamos aprovechar, y esto es apenas la punta del iceberg para lo que vendrá.

Las grandes marcas de tecnología han anunciado con emoción muchos nuevos avances que dependen directamente de la hiperconectividad: Meta y su metaverso, Samsung y sus Smart Hubs para hogares inteligentes, XBOX y sus juegos exclusivamente digitales, o los tractores autónomos de John Deere conducidos por Smartphones. Todo necesitará hiperconectividad.

¿Qué efectos negativos puede traer la Hiperconectividad a nuestras vidas?

La hiperconectividad tendrá bondades infinitas, eso es innegable. Sin embargo, te preguntarás si la abundancia de conexiones inalámbricas y tecnologías es saludable. La verdad es que sí podría tener consecuencias, y no solo en el ámbito biológico.

Como hemos mencionado, el electrosmog se genera por el uso de telecomunicaciones y tecnologías alimentadas por electricidad. Al exponernos a esta toxina ambiental, sufrimos efectos a nivel celular que desembocan en una mayor producción de radicales libres, estrés oxidativo e inflamación, que es el origen de alrededor de 75 condiciones de salud. Para los más sensibles, incluso podríamos hablar de síntomas como dolores de cabeza, fatiga, mareo, tinnitus, entre otros…

Sin embargo, los efectos biológicos no son el único problema: el electrosmog también afecta a la tecnología y la calidad de las comunicaciones. Esto significa que podría ser una amenaza significativa para la hiperconectividad óptima que buscamos, ya que las interferencias presentes en dichos campos electromagnéticos afecta la funcionalidad de los equipos y el patrón de propagación de las señales inalámbricas.

La clave para una hiperconectividad óptima

La hiperconectividad es una realidad que seguirá creciendo abrumadoramente. Pero hacerla crecer sin previsiones podría tener efectos catastróficos para su funcionamiento, que podría tornarse torpe y aparatoso por la abundancia de interferencias, estática, señales pobremente propagadas, y sobrecalentamiento de equipos, todos consecuencia del electrosmog.

Ahora, ¿existen soluciones para evitar que el electrosmog afecte a la hiperconectividad? Claro que sí. Tecnologías como SPIRO®, que filtran las interferencias y el caos presente en los campos electromagnéticos artificiales, son ideales y pueden integrarse a cualquier tipo de equipo para optimizar su funcionamiento y hacerlo libre de emisiones.

Este tipo de innovaciones en la manufactura de tecnologías no solo contribuirían con la salud y el medio ambiente, sino que, aunado a nuevas regulaciones y estándares para la fabricación de tecnologías más limpias y amigables, podrían ser la clave para seguir escalando a una hiperconectividad óptima.